martes, 17 de septiembre de 2013



MESA REDONDA
EL MÉTODO CIENTÍFICO
CIENCIA Y PSEUDOCIENCIA



En el Oxford American Dictionary aparece una definición breve y precisa.  

Pseudociencia: cualquier conjunto de conocimientos, métodos, creencias o prácticas que, alegando ser científicas, en realidad no se rigen por el método científico

En la pseudociencia es usual encontrar una sutil apropiación de términos científicos conocidos para designar, de forma tergiversada, supuestos objetos o fenómenos cuya existencia ni siquiera está comprobada.  De esa manera se trata de dar apariencia científica a lo que no lo es, presentando las creencias como si fueran evidencias.  Y no siempre se hace a propósito o conscientemente, sino más bien por desconocimiento acerca de la ciencia y su metodología. Se crea de esta manera una especie de subcultura marginal que pretende ser ciencia sin aplicar sus métodos, deformando los conceptos científicos.


En la figura anterior aparecen esquemas comparativos mostrando, a grandes rasgos, en que consiste el método científico en las ciencias físicas y otras afines, y la forma en que la pseudociencia lo desnaturaliza.  El esquema de la izquierda  nos dice que cuando tenemos nociones de determinado fenómeno (observación), usualmente se establece una suposición acerca de por qué ocurre y cuales son sus causas (hipótesis). 

Es necesario entonces repetir el fenómeno - o parte de él- controladamente, (experimentación) con el fin de evitar la interferencia de agentes ajenos que afecten lo que se desea estudiar, y así poder obtener valores numéricos confiables y reproducibles.  Esto último es de primordial importancia.  Si los resultados de un experimento no son reproducibles en otros laboratorios, por otros operadores y utilizando otro instrumental, no se podrá afirmar absolutamente nada de los resultados obtenidos. Significa que el resultado particular obtenido fue, si no erróneo, cuando más casual. Es un indicio de que el experimento no fue controlado lo suficiente y hubo factores ajenos, no identificados, que afectaron el resultado.
 Una vez que se tiene el resultado de un experimento, -que puede confirmar o negar la hipótesis- es necesario buscar alguna explicación racional basada en ese resultado (teoría).
Y cuando se posee una teoría, a partir de ésta siempre es posible tratar de predecir lo que ocurrirá en alguna otra situación parecida, e idear algún otro experimento que servirá de comprobación al anterior, y también a la teoría (de ahí la doble flecha curva en el esquema de la figura de la izquierda).  De esta manera se establece una interacción continua entre teoría y experimento, que constituye sin lugar a dudas el núcleo esencial y “fuerza motriz” del método científico. 
Asociada a esta interacción hay todo un proceso de divulgación internacional de resultados a través de publicaciones en revistas científicas arbitradas, críticas, errores y rectificaciones.  Y no es raro que teorías muy bien establecidas deban ser reformadas, al detectarse algún nuevo fenómeno que la teoría existente no es capaz de explicar satisfactoriamente.
Cuando la teoría se hace suficientemente amplia y sólida, cuando es capaz de dar explicación a gran cantidad de fenómenos y relaciones de causa-efecto, y también de rebatir racionalmente cualquier crítica, se llega a la ley.  Las leyes tampoco son eternas.  Muchas veces se hace necesario generalizarlas para lograr explicar fenómenos no detectados hasta el momento.  Hay muchísimas leyes físicas, químicas, biológicas y de otras ciencias: todas ellas provienen del proceso que acabamos de describir.
En realidad, la afirmación anterior no se ajusta estrictamente a la verdad, pues en algunas ciencias es materialmente imposible llevar a cabo experimentos controlados en relación a un fenómeno determinado.  Así ocurre, por ejemplo, en la arqueología, la geología o la astronomía, cuyos métodos de análisis e investigación no se ajustan exactamente al esquema de la figura de la izquierda.  No obstante, en esos casos la observación precisa y reproducible sustituye al experimento, y las teorías se consideran válidas cuando:
a) son capaces de asociar racionalmente muchos hechos en apariencia independientes y,
b) logran predecir la existencia de relaciones y fenómenos no detectados hasta el momento. 
Existe incluso una disciplina, la filosofía de la ciencia, que entre otras cosas se ocupa de estudiar cómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas.



Como indica el esquema de la figura de la anterior, la pseudociencia se las arregla para obviar la parte esencial del método científico, pasando directamente de la hipótesis a algún punto medio entre la teoría y la ley, obviando el experimento.
Las suposiciones de algún “iluminado” y sus seguidores se convierten así en “leyes” sin pasar por el fino tamiz de la interacción teoría-experimento.  (Pero estas suposiciones, al hacer abundante uso de la terminología científica en sus descripciones, pueden engañar fácilmente a cualquiera no familiarizado con el quehacer científico).
La mayor parte de las veces la experimentación simplemente se omite.  Se toma la hipótesis como una verdad absoluta.  Otras veces se llevan a cabo unos pocos experimentos mal diseñados, y se propone una teoría desligada del experimento.  Y cuando hay resultados experimentales aparentemente favorables, no son reproducibles.  Como el motor de avance de la ciencia es precisamente la crítica y la interacción teoría-experimento, la pseudociencia no tiene forma de avanzar.  Sus leyes y teorías están siempre dadas de una vez y para siempre.
Por ejemplo, en la medicina convencional, el experimento o ensayo de un medicamento consiste en comprobar su efectividad, y posibles efectos secundarios, aplicándolo previamente a células, animales, voluntarios, etc., en un proceso que puede durar muchos años.  En la homeopatía -típica pseudociencia de finales de los 1800-, a un sujeto sano se le da a tomar alguna sustancia, que puede ser orgánica o inorgánica, para tratar de provocar los mismos síntomas que la enfermedad que se desea curar.  Una vez encontrada la sustancia adecuada, ésta se le suministra al paciente extremadamente diluida, con la esperanza de que ese procedimiento le alivie sus dolencias (sin otro tipo de ensayo adicional).  No están claras las razones por las cuales en muchos países  a los remedios homeopáticos no se les exige los mismos requisitos que a las medicinas convencionales. Cuando se llevan a cabo ensayos comparables a los establecidos en la medicina convencional, usualmente se obtienen resultados negativos (si no son realizados por homeópatas) 
Hay tres razones fundamentales para denunciar y condenar la pseudociencia:
1. Es falsa. Toda pseudociencia predica nociones contrarias a las impartidas en las aulas de cualquier universidad.
2. Constituye una pérdida de tiempo, esfuerzo, recursos, y algo similar a lo que los economistas llaman   “costo de oportunidad”.  Es decir, no solo se pierde lo dicho anteriormente, también se pierde lo que se pudiera haber ganado de emplear esos recursos y esfuerzos en algo verdaderamente productivo.
3. Cuando la pseudociencia está ligada a una falsa terapia, el posible perjuicio para el paciente siempre está presente, ya bien sea por causa directa, o bien porque éste no logre atender a tiempo su dolencia, al entretenerse con la pseudoterapia sin someterse a un tratamiento verdaderamente eficaz. No son suposiciones; hay testimonios muy concretos.


ARTÍCULO DE OPINIÓN 




LA ASTROLOGÍA, UNA PSEUDOCIENCIA


Cada ciencia tiene su contraparte anticientífica, me refiero a las pseudociencias (pseudo significa falso).

La química tiene su contracara en la alquimia, la medicina tiene al curanderismo, la geología al catastrofismo velikovsquiano, la matemática a la numerología, el espiritualismo y la cienciología  abren el camino a una amplia variedad de trastornos psicológicos y psiquiátricos. La astronomía no es la excepción, su lado oscuro y supersticioso es la astrología.

Las pseudociencias son disciplinas que no poseen ningún fundamento sólido, desprecian el método científico al cual jamás podrían sobrevivir. Estas prácticas son en realidad un conjunto de creencias, supersticiones, fraudes groseros, charlatanería, misticismo, ignorancia y lo que es peor, son lucrativas para quienes las difunden.


Algunas, como la astrología, utilizan también cuidadosos cálculos, observaciones y registros para aparentar seriedad y darle un maquillaje científico. Eso puede confundir a algunas personas incrédulas.

Lo llamativo y lamentable, es ver como la astrología se ha metido en la vida de las personas. Si uno se fija en un kiosco cuantas revistas de astronomía y cuantas de astrología están a la venta, la diferencia es muy clara a favor de la astrología. Lo mismo ocurre cuando uno entra en una librería o lee un catálogo de libros. La gente desperdicia mensajes de texto en consultas astrológicas y los diarios y revistas publican horóscopos todos los días. Los astrólogos han copado también la televisión, donde tienen espacios de varios minutos y en horarios de mucha audiencia. ¿Cómo hacen para pagar esos espacios tan caros a los que ningún astrónomo tiene acceso?




Cuando conoces a alguna persona, una de las primeras preguntas que se suelen hacer es ¿de qué signo eres? o ¿por casualidad eres tauro?. En cambio veo que nadie hace preguntas como por ej. ¿Sabes algo del nuevo planeta que se descubrió? o ¿cuál es la estrella más cercana?. Y si saben que te dedicas a la astronomía te suelen preguntar si haces horóscopos o si trabajas en el observatorio “astrológico”. Y aún más lamentable es cuando algún medio de comunicación llama para consultar sobre el próximo eclipse lunar o sobre el paso de un cometa y como cierre de la nota preguntan si ese fenómeno celeste traerá alguna consecuencia positiva o negativa para el planeta o para nuestras vidas.


Hasta nuestro lenguaje posee una conciencia astrológica, por ej. la palabra desastre proviene del griego y significa mala estrella. Por todo esto, creo que es un deber de las instituciones dedicadas a la astronomía, separar la paja del trigo, educar a la gente para que no sean engañadas y para que sepan que la astronomía hoy en día no tiene nada que ver con la astrología. No obstante, la astronomía y la astrología no siempre fueron tan distintas, en casi toda la historia humana una abarcaba a la otra. Pero hubo un tiempo en que la astronomía escapo de los confines de la astrología. La astrología se basa sobre la creencia de que la posición de los planetas con respecto a las constelaciones al momento del nacimiento de una persona, tendrá sobre esta, una profunda influencia en su destino y en su carácter. No hay forma de que un planeta pueda influenciar en el carácter y el destino de nuestras vidas.



Citando a Carl Sagan:


 “¿Cómo podría afectarme la aparición de Marte durante mi nacimiento?. Nací en una habitación cerrada y la luz de Marte no podía entrar. La única influencia de Marte habría sido su gravedad, pero la influencia gravitatoria del obstetra hubiera sido todavía mucho mayor debido a que, si bien Marte es mucho más grande, el obstetra está mucho más cerca”

Un dato interesante a tener en cuenta es que todos los astrólogos modernos utilizan un Zodíaco gravemente desfasado. Esto se debe al lento movimiento del eje terrestre conocido como precesión. La Tierra completa un ciclo de precesión cada 26.000 años aproximadamente y esto trae como consecuencia que, estrellas aparentemente fijas en el cielo durante un período de pocos siglos, vayan desplazándose en su posición aparente en el cielo. Por lo tanto, cuando un astrólogo hace sus predicciones, está considerando el firmamento de hace miles de años y no el actual. El Zodíaco se ha desfasado en un diez por ciento con relación a las épocas antiguas. Esto quiere decir que cuando una persona cree estar bajo la influencia un signo determinado, en realidad lo está bajo otro, y por lo tanto los cálculos de predicción sé basarán en un signo equivocado. Pero esto parece no importarle a los astrólogos, para ellos estos cambios no afectan la validez de la astrología.

Además, ¿cómo hacían los astrólogos para diseñar horóscopos en la antigüedad cuando solo se conocían los cinco planetas que son visibles a simple vista y se desconocían por completo Urano, Neptuno y Plutón?, ¿cómo podían hacer predicciones basándose en un sistema solar todavía incompleto? y ¿cómo se las arreglan ahora que Plutón ya dejó de ser considerado un planeta y pasó a ser un planeta enano?. ¿Cómo puede ser que a pesar de todos los cambios que ha sufrido el sistema solar, donde se han agregado y quitado planetas, los astrólogos sigan haciendo sus “predicciones” como si nada hubiera pasado?. Pareciera ser que en la astrología los nuevos descubrimientos científicos no producen cambios en su seno ni tampoco replanteamientos en sus “bases intelectuales y teóricas”.

En la astronomía por el contrario, permanentemente se están reevaluando las teorías y los modelos que hasta ayer se tenían por válidos. Los libros se reescriben continuamente, todo esto es en definitiva lo que se espera una disciplina seria y con sólidos fundamentos científicos.



Esta es la gran diferencia con la pseudociencia  astrológica. Para poner a prueba la veracidad de la astrología, basta con analizar a los mellizos. Si la astrología es tan sólida y tan certera en sus predicciones, ¿cómo puede ser que dos mellizos que nacieron en el mismo lugar, con minutos de diferencia y con los mismos planetas ubicados en las mismas constelaciones, tengan destinos tan diferentes?. ¿Por qué entonces uno de ellos muere de pequeño en un accidente por ej. ,mientras que el otro tiene una vida larga y llena de felicidad y prosperidad?.¿No deberían entonces haber tenido el mismo destino y la misma suerte?. Hay incontables casos así.

Otra forma de evaluar la seriedad de la astrología es comparando dos o más horóscopos publicados en diarios o revistas del mismo día. Veremos que cada horóscopo dice una cosa totalmente distinta al otro, y muchas veces se contradicen. Pero eso no es todo, si prestamos la suficiente atención nos daremos cuenta de que no hay ninguna predicción, solo hay sugerencias que están escritas en una forma tan vaga y tan ambigua que cualquiera las puede aplicar en cualquier momento de su vida diaria. ¿Cuántas veces hemos escuchado a importantes astrólogos argentinos haciendo predicciones que luego terminaron en lamentables fracasos?. Supuestamente íbamos a ganar la guerra de Malvinas, íbamos a ser campeones del mundo en los mundiales de 1990, 1994, 1998, 2002 y 2006, el Presidente Menem seria derrocado y no culminaría su segundo mandato, etc., etc., etc.

La lista de patéticos fracasos predictivos es interminable, entonces, ¿por qué la gente sigue confiando en estos charlatanes que se roban su dinero y sus ilusiones?. Creo que sería un buen tema de investigación para los sociólogos y psicólogos. 


El astrónomo francés Jean Claude Pecker dice:


 “La distancia entre Marte y la Tierra varía con un factor de cinco de año en año. Los astrólogos no tienen en cuenta esa variación y las cartas natales serán idénticas de año en año como si Marte estuviera en el mismo lugar”, y agrega: “Además se olvidan de los grandes satélites que orbitan los grandes planetas, estos tienen la misma talla que Plutón, Mercurio y Marte. ¿Cómo esos astros no producen ninguna influencia?”. Continua diciendo: “Si tal fuerza dependiera de la distancia, entonces la influencia de la Luna sobrepasaría la de todos los otros planetas”.

Y por último: “La astronomía ha evolucionado, los horóscopos no ”Las conjunciones planetarias, los eclipses, los cometas, las lluvias de meteoros, las oposiciones planetarias, las lunas azules y muchos otros fenómenos celestes pueden ser calculados, admirados, disfrutados y estudiados, pero de ninguna manera influyen sobre nuestras vidas, sobre nuestra sociedad o sobre nuestro planeta. No hay forma de que esto ocurra .Las creencias y las supersticiones no forman parte de la ciencia. El conocimiento y las evidencias, sí. El método científico puede no ser perfecto, pero es lo mejor que tenemos, es en definitiva la diferencia entre la fantasía y la realidad.


Creo que a la sociedad le hace falta un poco de pensamiento crítico y de análisis racional, una dosis de escepticismo. Carl Sagan decía: “Afirmaciones extraordinarias requieren siempre de evidencia extraordinaria”, y sinceramente me parece totalmente improbable que un astrólogo en algún momento pueda presentar una evidencia extraordinaria que avale a la astrología.

FUENTE: Mariano Andrés Peter, coordinador del Observatorio de Oro Verde – AEA



Contesta a las siguientes preguntas:

  1.      ¿Qué es una pseudociencia?
  2.      ¿Qué opinión tiene el autor sobre la astrología? ¿De qué nacionalidad piensas que es?              
  3.     ¿Qué pruebas aporta para determinar que la astrología es una farsa o mentira?
  4.     ¿Qué otras pruebas puedes citar que avalen los horóscopos o los rechacen?
  5.     ¿Por qué piensas que los horóscopos son tan populares y mucha gente cree en ellos?
  6.     Diseña un experimento para demostrar que los horóscopos no son válidos (para aquellos    que no crean en ellos) o sí son válidos (para aquellos que crean en ellos).
  7.      Investiga sobre más pseudociencias que se citan al principio del artículo y explica en qué consisten.
  8.          Investiga sobre Carl Sagan y  Jean Claude Pecker

TRABAJO  EN EL AULA:
Tras la lectura del artículo anterior se puede generar, una mesa redonda con la estructura siguiente:


Se divide la clase en grupos de un mismo número de alumnos (recomendable no más de tres: portavoz, secretario y un tercero, que expondrá las conclusiones al final de la clase), que leen el artículo, y después se configura la mesa con un miembro de cada grupo. La labor de coordinador puede ejercerla el mismo profesor, o bien otro alumno.
Mientras otro miembro del grupo, que hace la labor de secretario,. toma nota de las principales conclusiones . se vuelve a reunir cada grupo para repasar las conclusiones anotadas  finalmente, el tercero de los miembros del grupo expone a la clase las conclusiones a las que ha llegado cada grupo.


AUTOEVALUACIÓN: DIARIO DE APRENDIZAJE 




Después, se da tiempo para que cada alumno, individualmente, cumplimente su diario de aprendizaje, que contendrá los siguientes apartados

1.         FECHA
2.         CONTENIDO BÁSICO DE LA SESIÓN.
3.         ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES IDEAS QUE DEBO RECORDAR DE LO TRATADO?
4.         HOY HE APRENDIDO QUE….
5.         NO ME HA QUEDADO CLARO…
6.         LO QUE MÁS ME HA GUSTADO HA SIDO…
7.         LO QUE MENOS ME HA GUSTADO HA SIDO…
8.         OTRAS OBSERVACIONES (Comentarios)

HETEROEVALUACIÓN
Para la mesa redonda se pude utilizar la siguiente rúbrica:

CATEGORÍA
4
3
2
 1


Organización
Todos los argumentos fueron vinculadosa una idea principal (premisa) y fueron organizados de manera lógica.
La mayoría de los argumentos fueron claramente vinculados a una idea principal (premisa) y fueron organizados de manera lógica.
Todos los argumentos fueron claramente vinculados a una idea principal (premisa), pero la organización no fue algunas veces ni clara ni lógica.
Los argumentos no fueron claramente vinculados a una idea principal (premisa).

Información
Los 5 aspectos de la información fueron presentados de manera clara y precisa.
Cuatro aspectos del tema fueron presentados de manera clara y precisa.
Tres aspectos del tema fueron presentados de forma clara y precisa.
Se presentaron dos aspectos del tema de manera clara y precisa.

Entendimiento del Tema
El equipo claramente entendió el tema a profundidad y presentó su información enérgica y convincentemente.
El equipo claramente entendió el tema a profundidad y presentó su información con facilidad.
El equipo parecía entender los puntos principales del tema y los presentó con facilidad.
El equipo no demostró un adecuado entendimiento del tema.

Contacto Visual
Mantiene el interés de la audiencia a través de un permanente contacto visual.
Mantiene consistente contacto visual con la audiencia.
Mantiene un mínimo contacto visual con la audiencia.
No mantuvo contacto visual alguno.

Voz
Mostró fluidez y entonación adecuadas durante toda su intervención.
Mostró fluidez y entonación adecuadas en la mayor parte de su intervención.
Usó  muletillas que impidieron la fluidez, aunque usó una entonación adecuada.
Usó un sólo tono de voz y muletillas.


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