MINIQUEST:
UN EJEMPLO DEL MÉTODO CIÉNTÍFICO:
EL CASO DEL HOSPITAL GENERAL DE VIENA
A través del relato de Semmelweiss con el caso del Hospital general de Viena, se analizarán los pasos que el médico siguió para averiguar las causas de la fiebre puerperal y cómo prevenirla.
La infección
o fiebre puerperal es la
enfermedad que afectó a un gran porcentaje de mujeres tras el parto,
causándoles la muerte hasta el descubrimiento de la causa que lo originaba en
1848. Esta infección, recibe ese nombre de la palabra la palabra “puerperio”
(periodo de seis semanas posteriores al parto).
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En el
Hospicio General de Viena había dos divisiones en maternidad: la Primera y la
Segunda: la Primera tenía el mayor número de casos de mujeres que enfermaban de
fiebre puerperal (en 1842, en agosto, murieron el 27% de las parturientas, en
octubre el 20% y en diciembre llegó al 33%, su cota más alta). En cambio, en la
Segunda División el número era mucho menor (de menos del 3%), a pesar de que
recibían los mismos cuidados y ambos pabellones tenían el mismo número de mujeres
(100 mujeres en cada uno). Ignaz Semmelweis, el médico más valorado del
hospital, entre los años 1844 y 1848 trató de solucionar este problema como
veremos a continuación.
LAS
HIPÓTESIS
Si en
las dos Divisiones hay aproximadamente el mismo número de pacientes entonces el
índice de mortalidad debería de ser más o menos el mismo.
Semmelweis
pensó en un primer momento que podía deberse a cambios atmosféricos-cósmico-telúricos,
es decir, a alguna epidemia que hubiese por aquella época y que pudiese afectar
a las embarazadas. Pero:
· ¿Cómo podría la epidemia haber afectado en la
Primera División durante años y no en la Segunda?
· ¿Y el resto de hospitales de Viena?
· Además, Semmelweis observó que las mujeres que,
cogidas por sorpresa, parían en la calle y sólo después llegaban a la sala del
hospital, casi siempre se salvaban, incluso en las épocas de epidemias
Por
estos motivos, refutó esta hipótesis
y buscó otra nueva.
La
dieta : la calidad de la comida era la misma tanto en una División como en
otra.
La
limpieza: comprobó que la limpieza también era la misma
en ambas divisiones.
El
grado de hacinamiento: era incluso superior en la Segunda División.
Refutó entonces estas tres hipótesis.
Estudió
el nivel socioeconómico de las mujeres por si atendían mejor a las de la
Segunda División, ya que al cabo de un tiempo de hacerse famosa la Primera
División del Dr. Klin ninguna quería ingresar en su pabellón y casi el 40 % de
las que lo hacían eran aquellas que llegaban sin ayuda, ni tan siquiera de
familiares suyos que pudieran llevarlas a otro lugar. Estas mujeres solían ser
las más rechazadas de la época: las solteras embarazadas. A pesar de estos
motivos, Semmelweis desechó esta
hipótesis ya que los médicos ingresaban a las parturientas sin tener en
cuenta su nivel socioeconómico. Se limitaban a instalarlas en las camas que
quedasen libres.
Una
comisión investigadora adjudicó la responsabilidad a los estudiantes que
habían revisado a las parturientas debido a unas prácticas universitarias.
Aseguraban que además de no realizarlas bien, hacían sentir vergüenza a las
mujeres. Semmelweis refutó esta
hipótesis al afirmar que:
·
Las lesiones producidas en el proceso del parto
son mucho mayores que las que pudiera producir un examen poco cuidadoso.
·
Las comadronas de la Segunda División reconocían
a las pacientes de la misma manera que los estudiantes.
·
Para demostrar que esta hipótesis era falsa
redujo el número de estudiantes y se restringió casi al mínimo el
reconocimiento de las mujeres por parte de ellos y la mortalidad, tras
descender un poco, alcanzó sus cotas más altas.
Otra
hipótesis fue que en la Primera División, cuando una parturienta estaba a punto
de morir, el sacerdote precedido de un acólito que hacía sonar una
campanilla iban hasta la enfermería, donde se encontraba la moribunda..
Para llegar, tenían que atravesar cinco salas, pasando entre las camas de las
demás mujeres que, al oír el sonido, se deprimían y debilitaban. La diferencia
con la Segunda División era que en esta última, el sacerdote accedía por una
puerta trasera hasta la enfermería sin ser visto por las demás. Semmelweis
decidió estudiar esta posibilidad, así que convenció al sacerdote para que
accediese sin ser visto y sin hacer sonar la campanilla, pero la mortalidad no
decreció, así que también descartó esta
posibilidad.
A
estas alturas de la investigación, Semmelweis estaba obsesionado con el
problema y comenzó a perder amistades. A los pocos que le quedaban les escribía
cosas como:
“No puedo dormir ya. El desesperante sonido
de la campanilla que precede al sacerdote, ha penetrado para siempre en la paz
de mi alma. Todos los horrores, de los que diariamente soy impotente testigo,
me hacen la vida imposible. No puedo permanecer en la situación actual, donde
todo es oscuro, donde lo único categórico es el número de muertos. Mujeres
muertas.
Cientos de mujeres muertas”.
Observando
desesperado las dos Divisiones, comprobó que las mujeres de la Primera División
estaban en sus camas de espaldas y las de la Segunda, de lado, así que trató de
colocar a las de la Primera de lado, pero
no dio resultado.
Finalmente,
en 1847, la casualidad dio a Semmelweis la clave para la solución del problema.
Un colega suyo, Jakob Kolletschka, recibió una herida penetrante en el dedo,
producida por un escalpelo (un instrumento de cirugía parecido a un cuchillo
pequeño y puntiagudo), de un estudiante con el que estaba realizando una
autopsia, y murió después de una agonía durante la cual mostró los mismos
síntomas que Semmelweis había observado en las víctimas de la fiebre puerperal.
A pesar de eso, Kolletschka era un hombre, y por lo tanto era poco probable que
tuviera síntomas propios del post-parto, lo cual hacía más difícil la
verificación de esta hipótesis. A esto se le suma que aún faltaban 40 años para
que Pasteur demostrase que las infecciones son causadas por microorganismos que
se diseminan víctima a víctima, pero aun así, Semmelweis estaba convencido de que
las manos e instrumentos de los alumnos que realizaban sus prácticas con
autopsias, tenían restos de materia cadavérica, que causaba la muerte de las
parturientas. Llegado a este punto, comenzó a explicar su hipótesis mediante
experimentos.
DEDUCCIÓN
DE CONSECUENCIAS PARTICULARES MEDIANTE EXPERIMENTOS:
Restringimos
el campo en el que vamos a investigar al que plantea la hipótesis. Entonces
Semmelweiss se pregunta “¿Qué pasa si los médicos toman las precauciones
necesarias?” Se comienzan a higienizar los instrumentos y las manos de los
médicos, que después de cada práctica de autopsia, a pesar de haberse lavado
con jabón, tenían un cierto olor a suciedad. Se hace mediante una mezcla de cal
clorada.
Una
vez hecho esto, el índice de mortalidad de la Primera División disminuyó hasta
ser incluso menor que el de la Segunda División (quedando así un 1,27% de
mortalidad en la Primera y 1,33% en la Segunda).
El
propio Semmelweis comprobó mediante un experimento, que tras reconocer a una
mujer embarazada a la cual le había diagnosticado un cáncer de útero, contagió
la fiebre puerperal a cinco mujeres en periodo de dilatación a las que había
reconocido después de la primera sin
haberse
lavado las manos.
El
último velo cae. La luz se hace. “Las manos por su simple contacto pueden ser
infectantes”. Tras este gran descubrimiento, se empezó a aplicar la
misma solución para otros casos como la gangrena, higienizando los instrumentos
que estuvieron en contacto con miembros engangrenados. Esto logró reducir en un
porcentaje muy alto la mortalidad infantil, algo casi impensable por aquel
entonces. (Desde el punto de vista del método hipotético-deductivo, si esta hipótesis
no hubiese sido efectiva y se quisiese refutar, pero Semmelweis estuviese
seguro de ella, podría tratar de salvarla planteando, por ejemplo, una hipótesis
vinculada con la ineficacia antiséptica de la solución de la cal con cloro)
ESTABLECIMIENTO
DE LA LEY
“Si se inyecta materia cadavérica en el
torrente sanguíneo de una persona sana, ésta se va a contagiar de una infección
y puede llegar a morirse”.
A
pesar de haberla demostrado, la mayoría de sus colegas se mostraron contrarios
al nuevo método. El Dr. Hebrá, uno de los pocos que lo acompañó, escribió:
"Cuando se haga la historia de los errores humanos, se encontrarán
difícilmente ejemplos de esta clase y provocará asombro que hombres tan
competentes, tan especializados, pudiesen, en su propia ciencia, ser tan ciegos
y tan estúpidos”.
ACTIVIDADES
1. Busca en distintos
libros y en tu diccionario las características y propiedades de los siguientes conceptos
aparecidos en el texto:
· Fiebre puerperal. · Obstetricia.
· Escalpelo. Epidemia. · Comadrona.·
Hacinamiento. · Acólito.
2.
Mira el siguiente gráfico:
¿Qué conclusiones puedes
sacar de él?
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